En el Apocalipsis en la Biblia se advierte cómo solamente es Jesucristo, el Cordero de Dios, quien pudo revelar la profecía descrita en este libro que se encontraba resguardado bajo Siete Sellos, equivalentes a lo que sería hoy en día un grupo de documentos ultrasecretos.
Los primeros Cuatro Sellos del Apocalipsis en la Biblia fueron abiertos para revelar cuatro Jinetes del Apocalipsis, correspondientes a la profecía de Jesucristo sobre el fin del mundo contenida en Mateo 24:4-7.
Estos cuatro Jinetes del Apocalipsis serán la Falsa Religión (el caballo blanco), la Guerra (el caballo bermejo), el Hambre (el caballo negro) y la Muerte por enfermedades epidémicas y otros medios (el caballo amarillo).
El Quinto Sello en el Apocalipsis en la Biblia
El Apocalipsis en la Biblia se centra en el quinto sello en el martirio de los santos, por efecto de la ira del Ángel Caído, Lucifer.
El Maligno sabe que le queda poco tiempo para destruir todo a su paso y los confronta con la intención de hacer llegar el fin del mundo. A pesar de que Dios protege a su pueblo, permite que algunos sean martirizados (Apocalipsis 12:14-16; 6:11).
La ira de Satanás también se esparce sobre los descendientes físicos del pueblo de Israel, durante un período de tiempo que correspondería al tiempo de la Gran Tribulación, de la cual Jesucristo habló en Mateo 24:21-22.
Persecución y martirio que Dios permite como parte de su Gran Plan. Así como Jesucristo sufrió y murió, los cristianos sufren al hacer suya la obra de Dios y prepararse para la llegada de su glorioso Reino.
¿Por qué Dios está permitiendo ahora tanto sufrimiento y cómo será posible que lo removerá? La respuesta y mucho más lo plantea la película El Gran Aviso.
Diario de Santa Faustina
Al publicarse en idioma el Diario de Santa Faustina, nos llenamos de alegría al saber que, por fin, podemos satisfacer con la Divina Gracia de Dios el ansia de muchas almas que deseaban conocer este hermoso testimonio espiritual y místico sobre la oración de la coronilla a la Divina Misericordia.
Su autora, la devota y beata Santa Faustina Kowalska del Santísimo Sacramento, de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, oriunda de la ciudad de Cracovia, Polonia, lo escribió por orden de su Padre Espiritual, el reverendo. P. Miguel Popocko, con la intención de cumplir y obedecer la voluntad de Jesús.