Las representaciones del fin del mundo que se aprecian en la apertura del Séptimo Sello en el Libro del Apocalipsis en la Biblia, son introducidas por un tiempo de una media hora de absoluto silencio celestial.

Cuando abrió el Séptimo Sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban de pie ante Dios; Y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.” Apocalipsis 8:1-5.

Fin del mundo: Séptimo Sello

El silencio celestial del fin del mundo

Después de los gritos ensordecedores y el ruido de la devastación de los seis sellos anteriores, finalmente encontramos un momento de silencio en este último y Séptimo Sello del Apocalipsis en la Biblia, que prefigura el fin del mundo.

Un instante de reposo pues, es también una alegoría al séptimo día de la semana. Solo el silencio comunica lo que no se puede expresar con palabras.

Una “media hora” equivaldría en el contexto de la profecía simbólica sobre el fin del mundo en el Séptimo Sello a 7 días y medio. Pero, la Palabra dice a propósito “como… media hora”, es decir, aproximadamente. Redondeando, llegamos a la conclusión de que se trata de una semana, literalmente hablando.

La Creación en el Apocalipsis en la Biblia

En la Edad de Oro de la Historia humana, cuando todo comenzó, hubo un período de siete días para la Creación, y al final de esa misma semana nos encontramos con una semana de “silencio” absoluto, al igual que en la semana silenciosa del comienzo de los tiempos, registrada en el Capítulo I del Génesis.

De manera que, el Séptimo Sello que abren los Jinetes del Apocalipsis en el Apocalipsis en la Biblia sobre el fin del mundo, nos habla de la tan esperada durante siglos y milenios Segunda Venida de Cristo a la Tierra. El retorno de su gloria y majestad fue predicho más de 300 veces, a lo largo de las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento.

Se trata de la profecía sobre el fin del mundo más repetida de todas. Se cumplirá y, cuando así suceda, será la culminación de la Historia Humana. El fin del mundo del cual nos habló Jesús en Mateo 28:20, sobrevendrá.

El cielo quedará mientras tanto en un completo silencio luctuoso por la ausencia de sus habitantes. Todo ello se puede apreciar en la ilustrativa obra del cine acerca del fin del mundo: El Gran Aviso.